En el área del río Pinturas, en el noroeste de la provincia argentina de Santa Cruz, la Cueva de las Manos guarda uno de los testimonios más antiguos de los primeros grupos humanos que habitaron Sudamérica y mereció el título de Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1999 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco.