En las dos votaciones efectuadas, los 133 cardenales electores continuaron sin elegir al nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia católica.
El humo negro que ascendió desde la chimenea instalada en la Capilla Sixtina del Vaticano, indicó que ningún candidato obtuvo los dos tercios de los votos necesarios para asumir el liderazgo de la Iglesia católica.