El derrame de crudo en la provincia ecuatoriana de Esmeraldas, además de contaminar ríos y dejar a miles sin agua potable, provocó afecciones de salud en los habitantes de las zonas afectadas.
Según reportes oficiales, personas de todas las edades han sido atendidas con mareos, dolores articulares y estomacales y entretanto, ciudadanos de los municipios de Esmeraldas, Rioverde y Atacames denuncian que el agua entregada por el gobierno ecuatoriano está contaminada y acusan a Petroecuador de enviar el líquido vital en camiones cisterna que previamente transportaron combustible.